Premios “Felipe González de Canales” al sector agrario

Cuando llegó el coronavirus, a todos nos sorprendió con la virulencia propia de las pandemias que asolan al mundo cada siglo. A todos nos confinaron y veíamos -con estupefacción- como la cifra de contagios y muertes crecía. Fueron los días de la primavera más oscura que recordará más de una generación; y también fueron aquellos en que muchas personas demostraron su valía.

Hubo aplausos en los balcones para médicos, enfermeras y policías y no se dijo demasiado de quienes hicieron posible que la comida siguiera llegando a los supermercados de un país cerrado a cal y canto. De quienes -como señalaba ayer en la entrega de los Premios ‘Felipe González de Canales’ el presidente nacional de Asaja, Pedro Barato– no guardaron sus tractores, sino que se fueron a la ciudad sin EPIs, con mascarillas improvisadas (entonces no eran obligatorias y apenas se surtían) y sus tractores y productos de desinfección. 

Vinieron del campo para limpiar nuestras ciudades del coronavirus y apenas hubo aplausos. Alguno hubo improvisado, mientras el sonido del  motor del tractor sonaba a gloria, a esperanza, a compromiso, a solidaridad. La misma que habrá que devolver en este camino de ida y vuelta que son las relaciones humanas y luchar porque el recorte de la PAC no suponga un lastre más para un sector al que poco se mira.

Y, para mirarlo de frente, para que sirva de “espejo” -como señalaba el presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa– el Cabildo Catedral de Córdoba, Asaja y este medio hacían entrega este viernes de los Premios ‘Felipe González de Canales’. En los que había un galardón especial para todos los agricultores españoles, que en los días más oscuros de la crisis sanitaria supieron estar a la altura de la nación más vieja de Europa.

 

Acto de entrega de uno de los Premios ‘Felipe González de Canales’./Foto: José I. Aguilera

La importancia de los premios y del sector la dieron los asistentes a un acto en el que, además de sus grandes protagonistas -los premiados-, estuvieron dos consejeros de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo y Jesús Aguirre; los portavoces del PP y Vox en el Parlamento andaluz, José Antonio Nieto y Alejandro Hernández; la delegada territorial de Agricultura de la Junta, Araceli Cabello; el alcalde de Córdoba, José María Bellido; el edil responsable de Sadeco, David Dorado; la portavoz de Vox en el Consistorio, Paula Badanelli; el presidente del PP en Córdoba, Adolfo Molina; así como representantes de otras instituciones como la Guardia Civil.

El obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, ejerció de anfitrión y pidió salud para el cuerpo y el alma, algo que conocen muy bien los agricultores. Mientras que el deán-presidente del Cabildo Catedral, Manuel Pérez Moya, entregaba uno de los premios. Mostrando el apoyo de la Iglesia a un sector vital como es el del campo.

Un apoyo que también mostraron los patrocinadores de los premios, como Caja Rural del Sur (en la figura de Ricardo López-Crespo); CETISUR y EURALIS (Allfonso Moreno); CBH (Pablo Vega); Agropelayo (Jesús Oñoro); y Sadeco (David Dorado) con el premio a la Economía Circular.

Todos quisieron estar al lado de unos agricultores que no pudieron acudir al acto, el coronavirus lo impide, pero que fueron, son y serán esa primera línea de batalla de una sociedad que, sin el campo, no podría ser tal.

Noticia de La voz de Córdoba